Con el verano en el hemisferio occidental y millones de personas en la playa, regresa el profundo miedo a los tiburones. Y se multiplican los episodios de ataque, como lo que se verificó en el extremo oriente ruso el fin de semana pasado donde un joven de 25 años se encontró con ambos brazos cortados por un enorme tiburón. Según los médicos, sobrevivirá. La noticia dejó muy sorprendidos los expertos ya que el ataque se verificó en una región donde un hecho de tal entidad nunca había pasado. El joven fue transportado en el hospital de la región del Khassan en graves condiciones, sin sentidos y con los brazos amputados hasta el codo. El ataque fue a 50 metros de la orilla del mar. Las autoridad advirtieron de inmediato a las miles de personas presentes en la playa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario