martes, 9 de agosto de 2011

EDITORIAL: Y la estela de luz... ¿para cuándo?

Es obvio que el secretario de Educación, Alonso Lujambio, no era el indicado para ser quien estuviera a cargo del monumento del Bicentenario.
Desde la convocatoria que hizo para el mejor proyecto, no supo escoger, pues se trataba de algo alusivo al país, y un poste enorme con un cuarzo que fue el monumento elegido, podrá ser bonito y estético, pero no es algo que al verlo describiría a México, tendríamos que analizar profundamente la idea del creador César Pérez. Y lo peor de todo es que ni siquiera es algo que se pueda construir donde se planeó, pues el cimiento no es el adecuado.

Mala elección, mala planeación, mala dirección, mala inversión; que más bien se convirtió en un gasto innecesario, pues ya van 100 millones de pesos invertidos en el juguetito, o sea, más del doble de lo que estaba presupuestado.

Y pensar que Lujambio es uno de los candidatos a la Presidencia para el 2012, si no pudo con un monumento, que le esperará a México si es que gana.

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