La corrupción parece una semilla que cae del cielo por todas partes, el problema es que no vemos realmente en qué partes se encuentra.
¿Quién podría pensar que un maestro es capaz de hacer algo semejante? Pero como bien lo comentan, “nunca se sabe”. Tal cual parece que en esta época estamos llenos de personas sin escrúpulos que lo único que les interesa es poder conseguir su objetivo, que muchas veces no es el racional (el del estudio), sino el terminar realizando todo a su manera sin tomar en cuenta la voz del estudiante.
Desgraciadamente no podemos reaccionar muchas veces de una manera adecuada ante los problemas escolares que se nos puedan presentar, ya que siempre estará presente la palabra de un maestro ante la de un alumno, por “default” la llevamos de perder.
¿Qué es recomendable hacer en estos casos? Claramente no hacer mucho "ruido" de un problema pequeño, evitar contar a la gente que es innecesaria, el saber manejarlo de una manera discreta ayuda a poder juntar las pruebas necesarias para que el resto de los involucrados vean claramente quién es la persona que está en el error. La paciencia es una cualidad ineludible que te ayuda a manejar este tipo de circunstancias. Sólo hay que saber esperar el tiempo adecuado para poder actuar y hacer justicia ante el acto impune, antes de que sea algo que quede en el aire, sin formalidad y nadie lo recuerde, quedando como el culpable sin duda alguna.
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